Tras mi experiencia en el
proyecto Enabling Genius que dio como increíble resultado la publicación del
libro “Enabling Genius, a mindset for
success in the 21st century”, me levanto cada mañana con una
pregunta en mi cabeza: ¿Qué tipo de relación existe entre genio y emoción?
A
continuación trataré de darle respuesta.
De
que hablamos cuando hablamos de emociones?
Las emociones son la esencia
de la vida, la cara y la cruz de lo que el hombre es, el origen de la conducta
humana y la energía que nos permite realizar planes tanto presentes como
futuros.
Como seres humanos somos
principalmente emocionales, y en un segundo término racionales. Experimentamos
emociones continuamente. A lo largo del día los estímulos exteriores (como los
sonidos) e interiores (como los pensamientos) marcan nuestro comportamientos,
nuestro carácter y nuestras relaciones con nosotros mismos y con los demás.
Uno de los aspectos más
singulares de las emociones es que son percibidas de forma subjetiva, por ello
cuando sentimos una emoción nuestro organismo reacciona produciendo una experiencia
personal. Por lo tanto, las emociones están en nuestro interior y nuestro
objetivo es encontrar la mejor manera de exteriorizarlas a través de aquella
actividad que nos defina y nos represente.
Qué
es entonces genio emocional?
Es saber percibir e identificar los estados emocionales propios y de los
demás. Es tener la capacidad de expresar
estos estados emocionales de forma correcta en el momento adecuado.
Es comprender las emociones propias y ajenas para tener así la
competencia de generar estados emocionales
que faciliten el pensamiento.
Es tener la habilidad para regular las emociones y encontrar la
información que estas proporcionan para poder reflexionar sobre ellas, con el
fin de poder controlarlas permitiendo que las positivas se mantengan o aumenten
y las negativas se suavicen o desaparezcan.
En
que otros aspectos nos pueden ayudar las emociones?
Las emociones intervienen en
el aprendizaje y en la memoria, en la
curiosidad y creatividad.
Las emociones son las que
nos abren la puerta hacia el aprendizaje ya que despiertan en las personas el
interés y por lo tanto la atención.
Aprendemos y memorizamos la
información que nos hace sentir, la que nos parece interesante y la que nos
lleva a recordar cosas personales. Aquella en la que nos hemos sentido
identificados. Es decir, aprendemos y memorizamos la información que nos ha despertado
una emoción positiva ó negativa.
La curiosidad es el motor
emocional que nos lleva a la creatividad. Las emociones positivas fomentan el proceso
creativo ya que proporcionan la capacidad de generar ideas originales, resolver
problemas, explorar nuevos pensamientos y ver la realidad de forma distinta con
el resultado de acciones creativas.
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